Poesía en la RENACIMIENTO
La poesía del siglo XVI presenta dos tendencias, Una continúa la tradición castellana precedente y la otra, más renovadora.
De la literatura clásica se recuperan los temas mitológicos y diversos géneros como la oda, la égloga y la canción.
Los temas abordados en este periodo son principalmente el amor, los temas filosóficos y morales y el misticismo religioso.
Los artistas se dedicaron a buscar manuscritos, monumentos y esculturas, los vestigios de las civilizaciones griegas y romanas,
y crearon a su vez obras inspiradas en ellas, así el mundo clásico volvía a nacer, es por ello que a esta época surgida en Italia se le llamó Renacimiento. el entusiasmo por el hombre es sentimiento esencial de la época renacentista.
La música, el canto y la danza, iban normalmente unidos haciendo coincidir la medida de los versos con la música, que seguía los pasos de la danza; haciendo de estas interpretaciones verdaderos espectáculos de arte.
Poesía en el barroco
La poesía en el periodo barroco se preocupó de una gran variedad de temas, pero entre ellos destacan algunos como los sueños y la mitología.
Se caracteriza por buscar la admiración del lector y querer alcanzar la originalidad mediante el ingenio. Esto ocasiona que en la obra lírica abunde el empleo de los recursos retóricos y latinismos, lo que contribuye que en ocasiones su comprensión sea difícil.
Durante el siglo XVII tuvo lugar lo que, en sus varias manifestaciones, es conocido como barroco en el que algunos poetas (así el gran trío español del Siglo de Oro formado por Góngora, Lope de Vega y Quevedo) consiguieron un enriquecimiento asombroso del lenguaje y una atención muy especial hacia los motivos muy propios del vivir humano.
A finales del siglo XVI se observa el deseo de romper la armonía y el equilibrio poético de esa época, tratando de buscar un nuevo tipo de belleza artificioso, inarmónico, complejo, como reflejo de una época de crisis literaria.
El Barroco (siglo XVII) hace referencia a la belleza comprimida a punto de romper sus barreras. Esta metáfora ayuda a comprender cuando se afirma que el arte del Renacimiento es la parte perfecta. El barroco es un estilo onarmental nacido en Italia en el siglo XVI, que se caracteriza por el exceso de elementos decorativos. Floreció en Europa hasta el siglo XVIII.
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